Y llegó el día esperado por los hinchas peruanos. Ver a su selección, porque a pesar que la bicolor llegaba con más dudas que certezas, la ilusión del aficionado nacional se mantenía intacta. Y no es para menos. En los últimos tiempos en Copa América le suele ir bien al combinado patrio. Al frente salía el clásico rival, pero el morbo era acaparado por quien dirigía a Chile. Nuestro ex entrenador, aquel que nos llevó a un mundial después de 36 años. Ricardo Gareca ahora nos enfrentaba. Cosas que te da el fútbol.
Es así que empezaba el duelo entre Perú y Chile por la Copa América, el partido comenzó con ambos equipos tanteando el terreno y mostrando mucha cautela. Los primeros minutos fueron de estudio, sin profundidad ni jugadas destacables, donde el sonido del silbato del árbitro se hizo recurrente. La bicolor tuvo en Luis Advíncula su principal motor de ataque, aunque las imprecisiones y los pases erráticos desde la mitad de la cancha impidieron generar peligro.
A los 15 minutos, una jugada emocionante sacudió el encuentro: Alexis Sánchez estuvo muy cerca de abrir el marcador, pero Pedro Gallese, con una intervención providencial, evitó el gol chileno y mantuvo a salvo el arco peruano. A pesar de este sobresalto, las imprecisiones siguieron siendo la tónica del juego.
Con el paso de los minutos, Chile empezó a tomar el control del partido, dominando la posesión y presionando más arriba. A los 20 minutos, Perú sufrió un duro golpe con la lesión de Advíncula, quien tuvo que abandonar el campo. En su lugar, Marcos López tomó la posición por la banda izquierda, intentando cubrir el vacío dejado por el lateral.
Los últimos diez minutos del primer tiempo mostraron a un Perú más cómodo con la pelota. Incluso, Miguel Araujo estuvo cerca de marcar con un cabezazo que forzó a Claudio Bravo a lucirse con una gran atajada. Así, el primer tiempo concluyó sin goles, pero con mejores sensaciones para la escuadra peruana.
En la parte complementaria, Perú salió con una actitud renovada y mucho más agresiva. Gianluca Lapadula estuvo a punto de abrir el marcador en una de las primeras jugadas del segundo tiempo, mostrando la ambición del equipo nacional. La confianza crecía, especialmente por el lado de Andy Polo, quien comenzó a desequilibrar por su banda.
Ricardo Gareca, atento a la dinámica del partido, decidió realizar cambios ofensivos, enviando al campo a Ben Brereton y Marcos Bolados. La respuesta no se hizo esperar por parte del “Nono”, quien respondió con los ingresos de Paolo Guerrero y Joao Grimaldo, combinando experiencia y juventud en el ataque.
La dupla Guerrero-Lapadula empezó a generar más peligro, y Perú se adueñó del balón, llevando el juego a territorio chileno y provocando preocupación en la defensa rival. No obstante, las lesiones continuaron afectando al equipo peruano, ya que Alexander Callens tuvo que ser reemplazado por un golpe, dándole la posta a Luis Abram
A pesar de los esfuerzos y las múltiples ocasiones generadas, el partido finalizó sin goles. Las sensaciones al término del encuentro son positivas, especialmente en el aspecto defensivo, donde jugadores como, Carlos Zambrano, Callens, Wilder Cartagena y Sergio Peña mostraron solidez y buen desempeño.
Ahora, Jorge Fossati debe esperar que las lesiones de Advíncula y Callens no sean graves, ya que el próximo rival será Canadá, un equipo ideal para sumar tres puntos y pensar en avanzar a la siguiente fase del torneo.