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Lima: Denuncian a terapeuta por maltrato físico y psicológico a niño de 5 años

La madre contrató a Evelynn Camejo después de que su hijo fuera diagnosticado con autismo leve. Su agresión quedó descubierta porque la progenitora colocó una cámara en su casa.

 

El último miércoles 15 de noviembre, una ciudadana denunció que la terapeuta Evelynn Katiuska Camejo Rojas agredió a su menor hijo de 5 años que está diagnosticado de autismo. En comunicación con La República, Brenda Dávalos, madre del niño, contó que ya ha formalizado la denuncia contra Camejo Rojas en la comisaría, puesto que una grabación da cuenta que golpeó al pequeño mientras le daba de comer.

El martes 14 de noviembre, Brenda colocó una cámara en su hogar porque había observado que su niño lloraba con mucha más frecuencia. Y, solo un día después, mientras se encontraba en su trabajo, notó la agresión de Evelynn Camejo, una ciudadana venezolana que llevaba laborando con la familia desde marzo por recomendación de una profesional.

«Me la recomienda otra terapista que estaba con mi hijo hace unos años, pero ella se tuvo que ir a trabajar al extranjero, yo he confiado totalmente. Evelynn trabaja con nosotros desde abril, pero hace, como un mes, empieza a quedarse con mi hijo en las mañanas. Ella lo atiende, lo cambia, y lo lleva al colegio. Desde que empieza a quedarse, notamos cambios en mi pequeño, en el sentido que lloraba mucho en la madrugada, estaba irritado, bastante fastidiado, sobre todo era el llanto», mencionó.

Tras notar la agresión, Brenda Dávalos arribó hasta su casa en compañía de un policía; sin embargo, actualmente se habría liberado a la mujer, por lo que pide justicia para que este hecho no vuelva a suceder, ya que la terapeuta tendría a su cuidado a otros menores.

«Entonces, colocamos las cámaras y, en menos de 24 horas, la descubrimos. Yo la encaro, le digo ‘por qué le has hecho a mi hijo’. Y me dice: ‘¿dónde están los moretones?’. Es decir, negaba todo. Al momento que le dije que había una cámara, quedó en shock. Yo vine con un policía a casa porque no quería que se escape, y la llevamos a la comisaría. En ningún momento hubo un arrepentimiento», prosiguió.

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